viernes, 25 de abril de 2014

Todo tiene un comienzo...

Esta historia comienza una noche fría y triste de invierno, en concreto la del 19 de diciembre de 2013, conducía mi coche de vuelta a casa, subía una cuesta de hormigón que había recorrido muchas veces, prácticamente a diario los últimos años, detrás de mi dejaba muchas cosas, una vida que había compartido con personas maravillosas, y que sin entender porqué se termino de golpe. Enfrente tenia la carretera y un mundo desconocido por explorar, por primera vez en mi vida me veía solo, tenia miedo a lo que el futuro podría depararme, desde los 19 años había compartido mi vida, mi cariño y mis sentimientos con una persona que decidió prescindir de ellos, una persona que había dado motivos contundentes, que destruyeron en ese instante todo cuanto yo era.... Vagaba sin rumbo en el coche mientras que mi mente desvariaba, estaba sopesando si merecía la pena seguir a delante, si en realidad hay una esperanza que alcanzar, si realmente había fracasado tan estrepitosamente como pareja, todos estos pensamientos abrumaban mi cabeza, era incapaz de pensar con claridad, cuando llegué a casa me acosté intentando no pensar, no sentir, estaba dentro del pozo de miseria mas profundo en el que he estado desde hacia años, desde la muerte de mi padre.

Poco tiempo después, un mes aproximadamente, el destino quiso que mi punto de vista cambiara radicalmente, no os voy a decir como, ni porqué, basta con que sepáis que lo mas parecido que os puedo poner de ejemplo es que me fulminó un rayo. Cosas que yo creía imposibles sucedieron, gente que no me había mentido en mi vida me mintió, conocí a gente agradable con la que charlar de muchas cosas y experiencias, volví a encaminarme, a enderezarme con ayuda de mis familiares y amigos, la presencia de mi madre a mi lado, las palabras de apoyo de mis tíos, los rapapolvos y conversaciones con mis primos/as, cuñados/as y hermanos/as, y en especial con tres de ellos, no os voy a decir sus nombres por respeto a ellos, pero les llamaré El Caballero, La Venerable y la Gatita, consiguieron que en poco tiempo el dolor quedara amortiguado y llegara un día en el que yo tuve la necesidad de salir y ver el sol de nuevo, así fue como una mañana de ejercicio vi este amanecer:
Una chispa salto en mi interior, mas que eso, un arco voltaico blanco de luz inmensa... Hay esperanza, existe un futuro... puedo llegar a ser todo lo que quiera sin tener que estar sujeto a las opiniones de mi pareja, por primera vez en mucho tiempo, puedo ser quien soy realmente, sin tener que complacer a nadie.

Esa misma tarde quedé con mi buen amigo, mi mejor amigo, El Doctor, estuvimos de bares hasta que el cuerpo dijo basta... y sin notar el cansancio, al día siguiente volví a ver amanecer haciendo deporte. Era maravilloso, tengo 31 años, 32 en mayo y soy mas joven y estoy mas vivo que cuando tenia 18...

Mi mente puede controlar mi estado de animo....

2 comentarios:

  1. Enhorabuena, por la valentía de reflejar de forma tan clara la sensibilidad, el quiebre y la desolación que un ser humano es capaz de sentir cuando algo muere en el interior de un cerebro lleno de ilusiones e ideas, que se ven truncadas en un plis plas, y con la sencilla acción de fracturar una relación, digo fractura, porque quedan cicatrices que nunca se borran en el interior. Pero que te hacen caminar con más cuidado si se toma buen apunte de la lección. La muerte, las perdidas, los fracasos, nos conminan a la ausencia de algo amado y querido y que nos era de rutina brindado... por ello sufrimos, porque no estamos entrenados, ni nos han educado en nuestra sociedad, a perder a extraviar. Estamos educados para tener, conservar y guardar, aunque no se use. Cuando sufrimos la distancia de aquello, aquel o aquella, que tanto amábamos, sobreviene la crisis, cosa para lo cual, tampoco nos han educado, el no tener las herramientas para superarlo, en ese momento, nos hace más costoso el sobrepasar el escollo... muchos lo hemos logrado, en cambio, hay mucha gente que llega al fondo y ahí se queda, pegado, adherido a una masa pesada y abundante llamada depresión.

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    1. Te gradezco el comentario Pompeyo, y el tiempo que te has tomado en leer el blog. :)

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